sábado, 15 de noviembre de 2008

Manifiesto: Hace 70 años en el puerto de Alicante


En marzo de 1939 terminó la Guerra Civil española en el Puerto de Alicante. Tras la marcha del mítico barco “Stanbrook”, quedaron atrapadas allí unas catorce mil personas que se habían significado en la defensa del régimen legítimo y constitucional de la II República española contra la sublevación militar apoyada por las potencias fascistas. Tras la llegada de las tropas italianas al mando de Gastone Gambara, tuvieron que abandonar este último territorio leal a la República y, ya prisioneros, fueron llevados a un campo de almendros, situado entre la Goteta y Vistahermosa, mientras otros eran encerrados en los castillos de Santa Bárbara y San Fernando, en la Plaza de Toros, en algunos cines, en la Escuela de Ciegos y en el Reformatorio de Adultos. En el Campo de los Almendros, los prisioneros republicanos estuvieron en unas condiciones penosísimas, sin comida y casi sin agua, durante cinco o seis días hasta que fueron trasladados a diversas cárceles y, en especial, amontonados en vagones de trenes de mercancías, al campo de concentración de Albatera.

Pasados setenta años de estos trágicos acontecimientos, la Comisión Cívica de Alicante para la Recuperación de la Memoria Histórica quiere dar a conocer, en todo el mundo, puesto que su importancia y trascendencia es universal, la tragedia de aquellos inermes defensores de la libertad y la democracia en aquellos últimos días de la República española. Para ello, ha preparado una serie de actos tendentes a recordar aquellos hechos y conseguir que se lleven a cabo sus propuestas de instalación de un monumento – una escultura de Eusebio Sempere- en el Puerto de Alicante de un “Memorial” en el Campo de los Almendros, propuestas que siguen pendientes de autorización por los poderes públicos. Se intenta, de este modo, reparar una antigua injusticia, compensar una historia manipulada y combatir contra el olvido, saldar en definitiva una deuda moral que la democracia española sigue teniendo con quienes defendieron una España tolerante, pacífica, culta y solidaria, y mantuvieron esa idea de España lejos de su tierra, en los tristes años del exilio, con una enorme dignidad.

Para conseguir recuperar y dignificar estos “lugares de la memoria” de la II República, pedimos la colaboración de instituciones y ciudadanos que, estando preocupados por el mantenimiento, la consolidación y la ampliación de la democracia, comprenden que ésta no se puede construir sobre el olvido.
Pudes descargarte el manifiesto en los siguientes enlaces:

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